Zidane se movía con la armonía de un solo ser con el balón. Cada gesto suyo era pura maestría y sofisticación técnica, él orquestaba el juego con fuego interior. Sus pases eran de una perfección pasmosa, como https://caralymo448699.blogs-service.com/69514816/la-polémica-del-cabezazo-de-zidane-explicada